Camino del bosque

Sola, sin saber que hacer ni a donde ir me interné en el bosque. Miré a uno y a otro lado pero no vi a nadie. "¿Dónde demonios estará la gente?" Todavía no me habían presentado a nadie y acababa de llegar nueva, a si que me senté al cobijo de un frondoso árbol sintiendo la brisa y el olor a aire fresco, esperando que alguien llegara a saludarme.

Estaba pensando en Mkoll...aburrida y sola...esperaba encontrar una amiga de mi edad...que le gusten hacer mis mismas cosas...de repente, yo despistada mirando al suelo, me choco un árbol y veo a una chica de cabellos oscuros...

-Hola, mucho gusto. - La saludo - Soy Alex, bah, mejor dicho Alexandra McDowell - Sonrío - Hermana de la directora de la Excuela de Escritores, Ross McDowell - Quito me sonrisa - Tú, ¿quién eres?

Paseaba por el bosque perdida en mis pensamientos, cuando a lo lejos distinguí a Alexandra y a una chica que no conocía. Me acerqué un poco y las saludé.
- ¡Hola!

- Hola Mis....terio - Agregue porque no sabía si le gusta que le digan así...- Te he visto en mi fista bailar con mi primo - Me reí.- ¿Es guapo, no? - Le sonreí - Pero es mas lindo Mkoll...

- Pues... la verdad, no tengo el gusto de conocerle... pero seguro que no es tan guapo como Keytan.
Sonreí casi maliciosamente.

- Eso crees tú...- Sonreí muy maliciosamente - Es hermosísimamente....bueno. - Trate de no decir hermosímamente hermoso....

Sumida en mis pensamientos no me dí cuenta de la presencia de alguien a la que aún no conocía. Me saludó y la respondí:

-Hola ¿Cómo estás?

Minutos después llego otra chica a la que tampoco conocía. Se acercó a nosotras y las dos comenzaron a hablar.

Miré a la otra chica y la saludé:
- Perdona mi descortesía, pero no suelo encontrarme con mucha gente. Me llaman Misterio, tengo 19 años y soy reportera de la revista de la Escuela de Escritores. ¿Tú quién eres?
Luego miré a Alexandra y le dije:
- Si tú lo dices... yo no quiero quitarte la ilusión...

- No creo que me la hagas perder - Le sonreí - ¿O crees que pierdo la ilusión así de rápido? - Hice sonar mis dedos...vi como la chica estaba perdida entre la charla - Cómo te dije, chica, Me llamo Alexandra y tengo 15 años, ¿Tu quién eres?

Cuando las dos chicas, Alexandra y Misterio, me dijeron sus nombres siguieron hablando de algo que no entendí. Lo ignoré y me presenté.

- Me llamo Halle. Tengo 15 años y soy escritora. Conocí este sitio gracias a Ross. Encantada de conoceros- Apenas las conocía pero me habían caído bien a primera vista. Me acerqué más a ellas y esbocé una enorme sonrisa.

- Ross, es mi hermana, cómo es tu apellido? - Establecí una sonrisa grande - El mío, McDowell.

Cuando Alexandra me dijo que era hermana de Ross no pude evitar sorprenderme.

- Yo... yo también me apellido McDowell- tartamudeé a causa de la sorpresa.

Me quedé sumamente sorprendida...- Seremos...hermanas? - Sentí nauseas rápidas - Tu..tu...eres Halle McDowell? - La miré a los ojos - ¿Conoces bien a mi hermana?

- Vaya... entonces parece que sois hermanas, ¿no? Encantada, Halle.
Me acerqué y le di dos besos.

- Hermanas? - Sonreí - No es mala idea...pero...serémos mellizas o algo así? Las dos tenemos 15...- O tal vez ella es adoptada...no lo sé.

- Bueno... no lo sé, a lo mejor alguna de las dos sois adoptadas, o sois muy mellizas...
Dije, con una sonrisa.
- Yo creo que... me tengo que ir ya, os dejo para que sigáis hablando.
Me fui de allí.

A mí también me gustó la idea de ser hermanas y me reí.

- Si tienes razón. ¿Seremos mellizas? No se a mi no me suena nada de que sea adoptada pero claro...- estaba confusa- No lo sé, ¿tu que piensas?

En ese momento Misterio se despidió de allí y se marchó. Me despedí de ella y seguí charlando con Alexandra.

- Tal..tal vez yo..sea adoptada - Quité mi sonrisa -

Llegué allí sin saber cómo. Encontré a Alexandra y a Halle hablando.
- ¡Hola, chicas! Cuanto tiempo, Halle, ¿dónde estuviste?
Dije sonriente.

A Alexandra no le dio tiempo a responder. En ese momento Ross apareció a nuestro lado.

- Hola Ross -Me levanté a abrazarla- Estaba instalándome e intentando conocer gente- la sonreí.

La abracé y le dije:
- Me alegro... ¿Crees que alguna vez podrás ir a dar una conferencia a la Universidad? Aunque... si andas muy ocupada con otras cosas, no pasa nada, ¿eh?

-¡Claro!- la dije animada- Cuando quieras- Miré mi reloj. No me había dado cuenta hasta ese momento de la hora que era. Me apetecía tanto seguir hablando con ellas... pero debía irme así que las despedí.

- Lo siento chicas, pero me tengo que ir. Espero volver a hablar pronto con vosotras- me alejé de allí.

- Chao...
Yo también me fui de allí.