Despacho de Dirección

*Toc-toc*
- ¿Se puede?

Oigo como llaman a la puerta y digo en voz alta:
- Pase.
Espero a que la otra persona entre...

*Entro y saludo*
-Hola Ross, o debo decirte directora? no importa, *rio* vine a hablar de las clases, necesitan profesores, no?

Veo entrar a mi hermana y la invito a que se siente.
- Sí, necesitamos profesores para poder empezar las clases... - me detengo un momento y sigo - Por cierto, Álex, tú me puedes llamar Ross, al menos, en los horarios no lectivos...
Sonrío.

Me río con ella y añado:
- Que sea la directora no significa que no pueda dar clases... Yo doy de momentos las clases de Arte Dramático y Literatura. Espero que pronto lleguen profesores... porque sino, me veo dando todas las clases yo.
Me río de nuevo. Luego, me levanto del sillón y me dirijo hacia la puerta, despidiéndome de mi hermanita.

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Me costó largo tiempo encontrar el despacho, la institución era bastante grande, al fin llegué y llamé a la puerta.

¿Se puede? me presenté Mi nombre es John Mkoll vengo a por el puesto de profesor de historia ¿me recuerda? hablamos por teléfono.

Levanté mi mirada mientras le oía hablar.
- Si... pase y siéntese.

Gracias -fuí a sentarme- bueno aqui estoy, solo digame cuando he de empezar y me pondré en marcha señorita Mcdowell.

Me sonó extraño que me llamara así, sin embargo, no me inmute y le dije:
- Por mí empezaríamos mañana mismo, pero todavía faltan los profesores de otras materias. Yo no soy ninguna bruja capaz de partirme en dos o más trozos ni nada por el estilo... así que solo puedo dar dos o tres clases, las que mejor se me dan... Por lo demás... bueno, los alumnos tendrían que matricularse solo en las materias que están disponibles: Historia, Literatura, Arte Dramático y Ortografía, ¿no le parece?
Sonreí.

- Creo que... puede que tengas razón, pero no sé si estarás cualificado para alguna de las asignaturas que quedan...
Le reté.

Disculpe señorita pero la ciencia ficción me enamoró desde que de niño leia a Asimov con lo que soy un gran experto en esa materia, en cuanto al romanticismo no quisiera darmelas de nada pero si a algo soy un adicto es al amor, a la pasión y creame que se de lo que le hablo, en cuanto al terror es un tema frio, oscuro y sombrio ligado a la misma muerte del que podria hablar, por supuesto hay más gente cualificada pero de momento ¿por que no lo intenta? quizá salga ganando usted y su escuela.

Le dije mirandola profundamente a los ojos y una sonrisa en los labios.

"Pero que sonrisa más bonita tiene... y esos ojos..." - pensé, pero luego sacudí la cabeza echando a fuera esos pensamientos. Me quedé mirándole asimilando sus palabras.
- Bueno... entonces, si sabe dominar más de una materia de la que se imparte aquí, podemos empezar con algunas clases esta semana, ¿le parece? Lo que le aconsejo... es que vaya preparando su primera clase de historia...

para ser profesora no está nada mal -pensé-

Bueno señoriya Mcdowell ¿querria usted acompañarme a mi despacho y mostrarme mi clase? así daremos un paseo y nos conoceremos mejor si lo desea.

- Pues... no, de momento a las clases no, pero podemos ir a cualquier otro lugar si quieres... ¿Conoces ya la ciudad?
Le pregunté, volviendo a sonreírle.

No. Acabo de llegar, pero siempre es bueno conocer nuevos bares donde relajarse despues del trabajo si encuentra uno bueno quizá la invite algun dia a tomar algo.

-le dije sonriente-

- Pues te puedo enseñar uno que conozco y de paso nos vamos conociendo más, ¿te parece?
Me levanté de la silla y me dirigí hacia la puerta.

Por supuesto señorita, despues de usted por supuesto.

Dije sonriendo abriendole la puerta pra que pasara.

Salí trás ella.